Desde hace algunos años son las bandas de rock las que mantienen la estructura conocida -batería, guitarra, bajo, teclado, cantante- dejando de lado, en primera instancia, la actividad comercial para priorizar el irremplazable contacto que genera la música en vivo entre los propios músicos y con el público.
Tocan para ser escuchados, no para entretener o bailar. Una vez que logran encontrar su identidad, suelen interpretar sus propias creaciones, dejando en muchos casos, una visión personal y grupal del mundo que los rodea.
La gran movida musical – cultural en nuestra ciudad está dada en la actualidad por estas bandas. Algunas otras, especialistas en covers, completan la escena local.
Hay cantidad y calidad, podemos escuchar canciones sencillas o temas con una elaboración al más alto nivel técnico y musical. Muchas veces organizan sus propios espectáculos, arriesgan, invierten y ensayan casi siempre con un rigor profesional digno de imitar.